¡Escucha esta lengua que se creía perdida!

Identidad · 09 de Ene 2020

¡Escucha esta lengua que se creía perdida!

Después de 80 años de la extinción de la lengua mochica (o muchik) se acaban de publicar varias grabaciones inéditas de su último hablante. ¡Escúchalas aquí!

¡Escucha esta lengua que se creía perdida!

Canal IPe

Han pasado 80 años desde que el idioma mochica (también conocido como muchik), se extinguió. Esa es la razón por la que muchos de nosotros no tenemos idea de cómo suena. 

 

Pero eso cambiará ahora: acaban de salir a la luz grabaciones hechas en 1974 por Simón Quesquén, su último hablante. Él utilizó un magnetofón (una grabadora de la época) para que sus conocimientos se conserven en el tiempo a pedido del historiador Américo Herrera.

 

¿Pero cómo aprendió muchik Simón? Él vivió en el distrito de Eten, Chiclayo, en los años 30. Su abuela, Manuela Nuntón, se encargó de enseñarle a él y a sus otros nietos la pronunciación del mochica junto con la música tradicional. A partir de esto ellos formaron una banda infantil. 

 

Pero el interés de Simón era tan grande que siguió hablándolo e investigando su origen con el pasar de los años.

¡Escucha esta lengua que se creía perdida!
Fotografía de Simón y su grupo musical de la infancia (él es el de la flecha blanca).

El muchik en la historia

 

Cuando los españoles llegaron al Perú, la lengua mochica era junto con el quechua, el aimara y el puquina, una de las más importantes de Sudamérica. 

 

Fue hablada en lo que hoy es el departamento de Lambayeque y la parte norte de La Libertad. Siguió vigente hasta el siglo 17, pero comenzó a desaparecer un siglo más tarde, hasta que, a fines del siglo 19, solo se hablaba en la villa de Eten.

 

A esa zona llegaron muchos investigadores para estudiarlo antes de que se extinga por completo. Uno de ellos fue Américo, que tuvo la oportunidad de conocer a Simón en medio de las investigaciones. 

 

Sin embargo, con el pasar de los años, el material que consiguieron cayó en el olvido. Recién en el 2000, el historiador se juntó con un colega alemán llamado Stefan Ziemendorff para recuperarlo. Ellos encargaron la limpieza y digitalización de las cintas a un estudio de sonido profesional.

 

Ahora gracias al Instituto Ibero-Americano de Berlín podemos tener acceso a estas valiosas grabaciones en el 2020. Puedes escucharlas aquí

 

¿Increíble no? Cuéntanos en los comentarios qué sentiste al conocer una parte de nuestra historia que hasta ahora estaba perdida. 

Imagen de cdiaz

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