Mitos y verdades del famoso gel antibacterial

Seguramente has notado que en los últimos días algunos implementos de higiene y cuidados de la salud se están agotando. Por ejemplo, ¡casi no hay gel antibacterial! 

Pero, ¿por qué ha sucedido esto? ¿Acaso este producto tiene el poder de protegernos de todos los males del mundo? Para resolver estas incógnitas te explicaremos algunos mitos y verdades del famoso gel antibacterial.

Mata todos los virus y bacterias

Lamento decirte que no es así. Aunque el porcentaje de alcohol entre un gel antibacterial y otro depende de la marca, ninguno te protege al cien por ciento. Hay bacterias que son resistentes al alcohol en gel, entre ellas por ejemplo, la salmonela y la escherichia coli.

De todas formas, si vas a utilizarlo, asegúrate que el porcentaje de alcohol que tenga sea de sesenta por ciento a más.

El gel antibacterial reemplaza al jabón

Si piensas que usar gel antibacterial es lo mismo que lavarse las manos, te equivocas. Si tus manos no están limpias, el gel no podrá cumplir su función. La suciedad que se encuentre en la superficie de tus manos impedirá que el alcohol entre en contacto con las bacterias o virus.

Lavarse las manos con jabón tiene mayor efectividad debido a que se remueven las bacterias. Eso sí, debes hacerlo adecuadamente. Aquí te enseñamos cómo.

Solo basta con esparcir un poco en la palma de las manos

Falso. La manera correcta de utilizar el gel antibacterial es esparcirlo por toda tu mano, tanto en la palma como en el dorso y frotando también cada dedo. Realiza este proceso hasta que el gel se seque.

Ten en cuenta que este producto te saca del apuro. No reemplaza al lavado de manos, ni tampoco es un escudo protector de todo virus y bacteria. Ayuda, pero no hace milagros.