Desmintiendo noticias falsas: las mascarillas no causan hipoxia

Seguramente tú también te has cruzado con un post que asegura que usar mascarilla puede causar hipoxia (falta de oxígeno en la sangre). ¿Qué tan cierta es esta afirmación? En esta nota de Canal IPe te contamos la verdad.

¿Qué es exactamente la hipoxia?

Lo primero que debes saber es qué significa hipoxia. Aquí nos lo explica la doctora Carmen Fernández: “hipoxia significa que no hay suficiente oxígeno en la sangre, en consecuencia, esta no llega a los tejidos y los órganos no pueden funcionar correctamente”. 

Según indica la especialista, esta condición se produce por razones más grandes que solo taparse la nariz y la boca. Algunas de las principales causas de hipoxia pueden ser fumar, el llamado mal de altura (también conocido como “soroche”) y las enfermedades pulmonares como la neumonía.

¿Cómo funciona una mascarilla?

“Cuando tú toses, estornudas o hablas, produces aerosol, estas partículas pueden llegar a las personas que están cerca de ti. Si usas una mascarilla, lo que esta hará será filtrar todas esas partículas de virus o bacterias como un colador”, explica.

Ella agrega que el aire, que está compuesto por oxígeno y nitrógeno tiene algo que se llama propiedad de difusión, que le permite moverse con tranquilidad, entrar y salir aún cuando tengamos la mascarilla puesta. Además, la diferencia de tamaño entre el aire (que es un gas) y una partícula es coronavirus, es enorme. 

Para que te hagas una idea: una partícula de SARS-CoV-2 (el nombre científico del coronavirus), mide alrededor de 0.01 micrómetros de diámetro, algo imperceptible para el ojo humano. 

“Si fuera verdad que ponerte una mascarilla no deja pasar el aire, lo sentirías, sentirías como si te cerraran la nariz y la boca por completo y eso no pasa. En realidad, todos podemos respirar con normalidad”, dice Carmen.

Reflexionemos: si fuera cierto que las mascarillas son letales, los doctores que las usan durante operaciones largas, que a veces duran hasta 12 horas, no sobrevivirían.

Es importante que no creas todo lo que lees en internet, incluso si es algo que ha sido compartido miles de veces. Mientras una fuente oficial no lo acredite, duda siempre.

En momentos tan críticos como los que estamos viviendo, informarse de fuentes confiables hace una gran diferencia. ¡Sigamos luchando contra el coronavirus con las mascarillas bien puestas!