María Reiche, la matemática alemana que se enamoró de las Líneas de Nazca | canalipe.tv

Identidad · 10 de Mayo 2019

María Reiche, la matemática alemana que se enamoró de las Líneas de Nazca

La mujer que dio a conocer estas enigmáticas figuras al mundo gracias a su incansable trabajo nació un día como hoy.

María Reiche

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Aunque el Perú no era su país de origen, María Reiche trabajó por él hasta los últimos días de su vida. La matemática y arqueóloga dejó un gran legado en la conservación y estudio de las Líneas de Nazca. Hoy cumpliría 116 años y para celebrarla queremos contarte diez cosas que quizás no conocías sobre ella.

 

1. María Reiche nació en Dresde (Alemania) el 15 de mayo de 1903. Fue la mayor de tres hermanos.

 

2. Estudió matemáticas, física y geografía en la Universidad Técnica de Dresde y Hamburgo, de la que se graduó en 1928.

 

3. Ilusionada por vivir fuera de su país durante un tiempo, en 1932 aceptó trabajar como profesora de los hijos del cónsul alemán en Cusco. Antes de que se acabara su contrato, viajó a Lima, donde fue profesora de inglés y alemán, traductora y restauradora de textiles precolombinos en el Museo Nacional del Perú.

 

4. Traducir textos para Julio C. Tello y el arqueólogo Paul Kosok, despertó su interés por la arqueología peruana. En uno de los artículos que tradujo para Kosok conoció la existencia de unas gigantescas líneas y figuras, ubicadas en una llanura entre Nazca y Palpa, que abarcaban un área de 450 kilómetros cuadrados.

 

5. Viajó ahí por primera vez en diciembre de 1941 cuando el arqueólogo la invitó a ser su asistente de trabajo y a observar a aquellas figuras que solo podían verse en su totalidad desde el aire. Después de esa visita se enamoró del lugar y aunque lo abandonó poco tiempo después, regresó de nuevo en 1945 y no se separó del desierto hasta su muerte. Kosok dejó el Perú en 1948, pero ella, sola, siguió con las investigaciones.

 

6. Al principio, los habitantes de poblaciones cercanas miraban a María con desconfianza y hasta de manera agresiva. Llegaron a calificarla de “bruja” porque caminaba por la arena sola, limpiando algunos tramos con una escoba, tomando medidas y realizando cálculos.

 

“Tengo definida mi vida hasta el último minuto de mi existencia. El tiempo será poco para estudiar la maravilla que encierran las pampas de Nazca, allí moriré”.

 

7. Durante las décadas que vivió en La Pampa, ‘la mujer que barría el desierto’, como la apodaron los habitantes de Nazca, se mudó a una pequeña casa para poder estar lo más cerca posible de su campo de estudio.

 

Ella sabía que estaba destinada para algo grande y se lo dejó saber a su mamá en una carta que le envió a penas terminó su primer trabajo en Cusco: “Es posible que viva algunos años más en el completo anonimato, hasta que el destino me considere digna para asignarme la tarea que determinado para mí, aquella tarea para la cual he nacido. Yo creo que se trata de un trabajo específico para el cual me estoy preparando inconscientemente, formándome y aprendiendo”.

 

 

8. Su perseverancia la llevó a conseguir muchas distinciones como la Medalla de Honor del Congreso de Perú (1981), las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta y la Medalla Cívica (1986), el doctorado honoris causa concedido por las universidades nacionales de Trujillo (1983), San Marcos (1986) e Ingeniería (1989). Además, en 1992 el Gobierno le concedió el título de Ciudadana honoraria del Perú, que se hizo oficial cuando le dieron la nacionalidad al año siguiente.

 

9. En diciembre de 1994, gracias a sus investigaciones de toda una vida, la Unesco le entregó a las Líneas de Nazca la categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad.

 

10. María Reiche falleció a los 95 años en Lima. Su funeral fue el 10 de junio de 1998 en el Museo Nacional de Lima y fue enterrada en Nazca, donde vivió más de 25 años sin agua ni electricidad y donde hoy hay un museo en su honor. El aeropuerto de la zona, además, lleva su nombre como homenaje.

 

¿Conoces otras mujeres que cambiaron la historia de nuestro país? ¡Cuéntanos!

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