Hablemos sobre el déficit de atención en los niños

¿Qué se nos viene a la mente cuando nos dicen que un chico es “terrible”? De seguro la figura de un niño que no escucha lo que se le dice, es impaciente,  no está quieto en un solo lugar, con arrebatos y que, probablemente, tiene problemas en el colegio y con otros niños más. Podríamos relacionarlo con la manera en la que lo han criado y lo dejaríamos ahí, si es que no hubiera una condición que explique el porqué de estos episodios: El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).

Para hablar de este trastorno tenemos que entender que no es solo un episodio conductual, sino que es una reacción que se produce en el cerebro. Según Juan José Calderón de la Asociación Peruana de Déficit de Atención, el TDAH es una condición neuroquímica que se da tras una alteración de la captación y recaptación de dos de nuestros neurotransmisores: la dopamina y noradrenalina.

“No solo afecta las áreas de atención, control de impulsos y la sobreactividad, sino también áreas del cerebro a cargo de funciones específicas. Entre ellas está la memoria, la capacidad para ordenarse, organizarse, el control de las emociones, entre otras”, nos explica Calderón.

Vayamos al origen

La condición se presenta durante la niñez y permanece en uno de por vida. Las consecuencias se reflejan en casa, en el colegio y todo ámbito social en el que los chicos se desarrollan ya que se sienten diferentes al resto de sus amigos y, por tanto, incomprendidos.

“Imaginemos que vivimos en un mundo donde todas las personas nos señalan los errores que tenemos a diario, que nos llamen la atención por no lograr lo mismo que los que se encuentran a nuestro alrededor y que, por más que nos esforcemos, no podemos conseguir lo que los demás esperan de nosotros (…) Eso es con lo que diariamente conviven los chicos con TDAH”, destaca la psicóloga Katherine Roncal, del centro Aletheia.

Si bien el origen aún no está claro, muchos apuntan al factor genético. Tal como indican los expertos si el niño o niña tiene TDAH es porque, muy posiblemente, algún otro miembro de la familia también lo tenga y es por eso que la evaluación debe involucrar a todo su entorno. Katherine nos comenta que muchas veces llegan padres de familia que nunca fueron diagnosticados, pero que cargan con el TDAH desde pequeños.

Para todo hay solución

Si detectamos algo inusual en los chicos que los pueda llevar a padecer de TDAH, hay que tranquilizarnos. Bajo un adecuado tratamiento los chicos podrán seguir con el curso normal de sus vidas, desarrollándose de la manera plena que siempre hemos soñado para ellos.

Aquí te dejamos los pasos que debemos seguir para hacerle frente a este trastorno.

• Busquemos la ayuda de un especialista para seguir el tratamiento lo antes posible. ¡No dejemos que el tiempo corra!

• Mantengámonos informados sobre todo lo relacionado al TDAH para tener una visión completa de lo que sucede con los chicos. También podemos apostar por una terapia familiar ya que seremos los que conviviremos con ellos.

• Recompensemos las cosas positivas y hagámosles reflexionar sobre aquellas que no hicieron bien.

• Veamos la forma de insertar alarmas o agendas a su rutina para crear un hábito ordenado de las cosas. Establezcamos una rutina y reglas para cumplir en casa incluso durante las vacaciones.

• El acompañamiento es clave en este proceso. Estemos con ellos para que puedan adaptarse en el colegio y otros ámbitos.

Sabemos que no es una tarea fácil, pero poco a poco se irá avanzando hacia una mejoría. ¡Seamos pacientes!